Los objetos de mimbre, tales como cestos o muebles de todo tipo: mesas, sillas, etc… son todo un acierto. Para un estilo rústico, o en decoraciones en las que nos centramos en elementos naturales y ecológicos, no puede faltar la mimbre. Son productos perfectos para dar un toque de frescura a cualquier estancia de la casa.
Decorar con cestos de mimbre
Los cestos de mimbre no sólo sirven para almacenar la ropa sucia. Puedes utilizarlos para guardar toallas, flores o incluso alimentos. Encontrarás en el mercado cestos de diferentes tonalidades y tamaños, lo que permite que consigas una combinación perfecta para tu hogar.
En el mercado encontrarás cestos de varios materiales: además de mimbre, hay cestos de ratán, plástico o ratán. Te recomendamos sólo utilizar mimbre, es más duradero y natural.
En mi hogar, por ejemplo, tengo cestos de mimbre con formas geométricas que quedan muy bien en una decoración principalmente moderna. Dan un toque elegante y refinado, son sinónimo de una casa decorada con buen gusto. Una pequeña canasta de mimbre cerca del sofá servirá para guardar las mantas con las que taparnos en este invierno que está a punto de llegar. ¿A que suena acogedor y cálido? Déjate inspirar por las inmensas posibilidades que nos ofrece este material.
Otro mobiliario de mimbre
Encontramos todo tipo de mobiliario, tal como lámparas, que dan un ambiente muy acogedor con una luz cálida. Los muebles de exterior en mimbre son bastante resistentes, y servirán para dar un aspecto muy fresco a tu terraza de verano. Hay muchas tiendas donde encontrarás infinidad de muebles de mimbre baratos.
Encontrarás otros elementos, como cestos más planos, que pueden quedar muy bien colgados en la pared.
También encontraremos estanterías de mimbre, que servirán para aumentar el espacio de almacenamiento, tanto en exterior como interior, de una forma sencilla.
En resumen, la mimbre es natural, rústica, cálida pero fresca… queda genial en cualquier ambiente, ¡atrévete!